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Las olas oceánicas tienen una poderosa influencia tanto en la vida marina como en el clima del planeta. El viento forma olas que viajan fácilmente a través de la superficie del agua, cambiando la velocidad, la frecuencia y la profundidad dependiendo de la fuerza del viento. Esto crea energía.
Olas y viento
Sin la formación de olas, el viento no podría mover el agua tan fácilmente. Las olas permiten una transferencia de energía del viento al agua que mueve las partículas de agua. Estas partículas de agua no se mueven, pero su energía sí. Una ola que viaja a gran velocidad a larga distancia oscila lentamente. Esto reduce la fricción y conserva la energía de la ola.
Medición de la energía de las olas
Las olas almacenan o dispersan energía. La energía de una ola es proporcional al cuadrado de su altura. Esto se llama su "potencial". Por ejemplo, una ola de 3 metros de altura tiene nueve veces más potencial que una ola de 1 metro de altura. Según Seafriends, las suaves olas de 1 metro de altura dispersan 10kW de energía por metro de playa. La altura de la ola se mide desde el canal de la ola hasta su cresta. El canal es la parte inferior del frente de la ola, y la cresta es la parte superior ininterrumpida de la ola.
Medida de altura de ola
Tres factores afectan la altura de las olas: la velocidad del viento, el tiempo que sopla el viento y la distancia que sopla el viento sin cambiar de dirección. Esto se denomina "captación". Cuando los tres aumentan, se producen ondas más altas, y también lo hace la energía de las olas. Las olas no crecen indefinidamente y cuando se alcanza un cierto punto las olas se rompen, dispersando energía. Esto se llama estado del mar "completamente desarrollado".