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Formación geológica
Los zafiros, como cualquier piedra preciosa natural, están formados por los diferentes cambios, mezclas y cambios químicos que tienen lugar constantemente en la tierra. Los zafiros se crean a través de ciertos cambios en el calor y la presión, y se pueden encontrar tanto en rocas metamórficas como ígneas. Las rocas en las que se pueden encontrar zafiros incluyen granito, esquisto, gneis, sienita de nefalina y una variedad de otros. También se pueden encontrar en depósitos de aluvión. Cuando los zafiros se forman naturalmente, son hexagonales y se llaman corindón. Debido a la notable dureza de los zafiros, solo superados por el diamante, son muy apreciados.
Colorante
El corindón se puede encontrar en una variedad de colores; sin embargo, solo se considera un zafiro cuando no es rojo. El corindón rojo se conoce como rubí. Durante la formación de corindón, la coloración de la piedra depende de qué minerales estén presentes. Por ejemplo, cuando hay hierro presente, los zafiros pueden tener un tono verde o amarillo, mientras que la presencia de vanadio creará zafiros morados. Los zafiros más preciados son de color azul, que es el resultado de la presencia de titanio cuando se forma la piedra.
Zafiros Artificiales
Con los avances en la ciencia y la tecnología, se han creado métodos para el crecimiento artificial de cristales de zafiro. El proceso original fue descubierto en 1902, y consistía en polvo de alúmina que se agrega a una llama de oxihidrógeno, que a su vez se dirige hacia abajo. La alúmina en esta llama se "deposita" lentamente en forma de lágrima llamada boule. Se puede agregar una variedad de productos químicos a lo largo de este proceso para crear zafiros de múltiples tonos, así como rubíes rojos. Si bien se han descubierto otros procesos desde principios de 1900, son estos zafiros artificiales los que han abierto el uso de la piedra con fines tecnológicos, incluido el uso en paneles de vidrio y como dispositivos de enfoque en láseres.