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Los humanos tienen un prosencéfalo complejo altamente desarrollado que permite una mayor flexibilidad y habilidades para resolver problemas en humanos que en otros organismos. Una parte del prosencéfalo es el sistema límbico, un grupo de estructuras especializadas con funciones que van desde la memoria y la planificación hasta la emoción, lo que permite a los humanos asociar estados psicológicos y fisiológicos con el entorno externo y seleccionar respuestas en consecuencia. La parte del sistema límbico que regula el hambre es el hipotálamo.
Un jugador pequeño pero importante
El hipotálamo es el nodo primario de salida del sistema límbico. Controla la liberación de las principales hormonas y contribuye a la regulación de la temperatura y a las acciones conscientes, como la ingesta de alimentos y agua, comportamientos sexuales, comportamientos fisiológicos y respuestas emocionales. Otras partes del sistema límbico incluyen el hipocampo, el tálamo, la amígdala, la corteza cingulada y la corteza prefrontal.