El ácido clorhídrico (muriático) es una forma excelente y efectiva de limpiar acero oxidado. Sin embargo, también puede causarle un gran daño si no se usa correctamente. Asegúrese de tomar todas las precauciones de seguridad y trabaje en un área ventilada para protegerse de los humos. Si es necesario, consulte a un experto para obtener más orientación.
Póngase todo el equipo de seguridad necesario, incluyendo gafas, ropa gruesa, botas de trabajo y una máscara de filtración, que lo protegerá de los vapores de la reacción del óxido y el ácido muriático. Encuentre un área bien ventilada para trabajar; idealmente, esto será al aire libre en un área con buena circulación de aire.
Remoje el acero en una solución caliente de agua jabonosa, durante unos 20 minutos. Luego, lave bien la superficie con agua.
Mezcle el ácido muriático y el agua, en una relación de volumen 1: 1. Como le enseñó su maestro de química, agregue el ácido al agua, no el agua al ácido. Coloque el acero en una tina no reactiva y vierta la solución sobre el acero. Permita que la solución repose durante aproximadamente una hora.
Vierta la solución y examine el acero para determinar si el óxido se ha eliminado a su entera satisfacción. Si no, pruebe con una solución 2: 1 de ácido muriático en agua.
Enjuague bien el acero con agua. Neutralice cualquier ácido restante en el acero y en la tina haciendo una solución de 1/4 taza de bicarbonato de sodio en 2 galones de agua y agregándolo a la tina.
Drene la bañera y enjuague bien con agua.