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La industria de los refrescos utiliza una serie de edulcorantes en sus productos; la sucralosa y el jarabe de maíz alto en fructosa son dos edulcorantes utilizados para este propósito. Tanto la fructosa como la sucralosa son más dulces que el azúcar común; sin embargo, difieren entre sí en composición química y muchos otros aspectos.
Composición química
La fructosa es un azúcar simple; sus moléculas contienen solo carbono, hidrógeno y oxígeno. En contraste, la sucralosa no es un azúcar; más bien, pertenece a una clase de compuestos llamados clorocarbonos u organocloruros. Sus moléculas contienen no solo carbono, hidrógeno y oxígeno, sino también cloro. Además, la sucralosa tiene una estructura más compleja que la fructosa. La molécula de fructosa tiene un esqueleto básico de solo seis átomos de carbono, mientras que la sucralosa tiene dos conjuntos de seis átomos de carbono unidos a través de la mediación de un átomo de oxígeno.
Dulzura comparativa
La sucralosa es mucho más dulce que la fructosa. La fructosa es aproximadamente 1,2 veces más dulce que el azúcar común, según el Centro de información de fructosa. En contraste, la sucralosa es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar.
Suceso en la naturaleza
La fructosa es un azúcar natural; Muchos tipos diferentes de frutas deben su dulzura a este azúcar simple. Además, la fructosa es un componente del azúcar de mesa, que ocurre naturalmente en plantas como la caña de azúcar. El azúcar de mesa, también llamada sacarosa, consiste en fructosa y otro azúcar simple, glucosa, unidos para formar una sola molécula. Por el contrario, la sucralosa es un "azúcar clorado artificial", según el "Diccionario de alimentos y nutrición". La sucralosa es un derivado de la sacarosa, en la que tres átomos de cloro reemplazan a tres grupos -OH de cada molécula de sacarosa.
Uso de Calorías
La sucralosa es un sustituto del azúcar para las personas con diabetes. A veces las personas lo usan cuando intentan reducir el azúcar o perder peso. No ofrece calorías, pero pasa a través del cuerpo sin ser absorbido, según el Consejo de Control de Calorías. Por el contrario, el cuerpo absorbe la fructosa y utiliza sus calorías para obtener energía.