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Los microorganismos son similares a los organismos más complejos, ya que necesitan una variedad de materiales de su entorno para funcionar y cumplir dos objetivos principales: suministrar suficiente energía para administrar sus procesos y extraer bloques de construcción para repararse o procrear. Además de lo que ingieren, los microorganismos también prosperan en entornos particulares. Estos entornos varían tanto como los organismos, e incluso la cantidad y distribución de elementos en cualquier entorno particular puede ser muy importante. Los científicos usan esta información para cultivar microorganismos en laboratorios para experimentación.
Nutrientes
Todos los microorganismos necesitan comida. Las fuentes de alimentos pueden variar, pero los organismos extraen principalmente carbono y nitrógeno de sustancias como proteínas, grasas y carbohidratos. Algunos microorganismos buscan y absorben tales partículas. Otros pueden realizar reacciones químicas con elementos circundantes como el dióxido de carbono para obtener lo que necesitan, mientras que otros pueden producir sus propios azúcares simples a través de la fotosíntesis similar a las plantas. El nitrógeno, que se usa para sintetizar proteínas, puede tomarse de la atmósfera circundante o de otra materia orgánica.
Temperatura
En general, cuanto mayor es la temperatura, más fácilmente los microorganismos pueden crecer hasta cierto punto. Las temperaturas muy altas y muy bajas obstruyen los procesos enzimáticos de los que dependen los microorganismos para sobrevivir, pero las especies individuales de microorganismos han crecido para preferir diferentes niveles de temperatura. Los científicos generalmente los dividen en tres grupos diferentes: psicrófilos, mesófilos y termófilos. Los psicófilos prefieren temperaturas de 0 a 5 grados centígrados; a los mesófilos les gusta en el medio, 20-45 grados centígrados; y a los termófilos les gusta el calor, prosperando en temperaturas de alrededor de 55 grados.
Niveles de pH
Los microorganismos también prefieren un cierto nivel de pH en la sustancia o el entorno en el que crecen, es decir, prefieren tener cualidades ácidas particulares en su entorno. La mayoría de los microorganismos, incluidos la mayoría de los patógenos humanos, son neutrófilos, organismos que prefieren un nivel de pH neutro. A algunos les gustan los niveles altos de pH, pero la mayoría de las veces, si las condiciones son demasiado ácidas, las enzimas del organismo se descomponen.
Humedad
El flujo libre de agua es vital para los microorganismos para que sus células intercambien materiales y para sus procesos metabólicos. Todos los microorganismos requieren cierto nivel de agua, pero algunos pueden sobrevivir en condiciones de baja humedad al conservar toda el agua que encuentran y al permanecer en un ambiente rico en humedad. Sin embargo, como regla general, cuanta más humedad, más microorganismos se encontrarán.
Elementos presentes
Además del agua, los microorganismos generalmente requieren la presencia de ciertos elementos en el aire, gases que absorben para producir los nutrientes necesarios. El nitrógeno es un elemento necesario, como lo es el oxígeno. Hay muchos microorganismos que requieren un ambiente rico en oxígeno para sobrevivir, pero otros realmente florecen en entornos con poco oxígeno. Entre estos dos extremos hay una amplia variedad que puede preferir más o menos oxígeno y que podrá florecer igualmente sin importar cuánto oxígeno esté presente.