Cinco tipos de relaciones ecológicas

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Autor: Louise Ward
Fecha De Creación: 8 Febrero 2021
Fecha De Actualización: 15 Mayo 2024
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Cinco tipos de relaciones ecológicas - Ciencias
Cinco tipos de relaciones ecológicas - Ciencias

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Las relaciones ecológicas describen las interacciones entre organismos dentro de su entorno. Estas interacciones pueden tener efectos positivos, negativos o neutrales sobre la capacidad de las especies para sobrevivir y reproducirse, o la "aptitud". Al clasificar estos efectos, los ecologistas han derivado cinco tipos principales de interacciones entre especies: depredación, competencia, mutualismo, comensalismo y amensalismo.


Depredación: uno gana, uno pierde

La depredación incluye cualquier interacción entre dos especies en la que una especie se beneficia al obtener recursos de y en detrimento de la otra. Si bien se asocia con mayor frecuencia con la clásica interacción depredador-presa, en la que una especie mata y consume a otra, no todas las interacciones de depredación provocan la muerte de un organismo. En el caso de la herbivoría, un herbívoro a menudo consume solo una parte de la planta. Si bien esta acción puede provocar daños a la planta, también puede provocar la dispersión de semillas. Muchos ecologistas incluyen interacciones parasitarias en las discusiones sobre la depredación. En tales relaciones, el parásito causa daño al huésped con el tiempo, posiblemente incluso la muerte. Como ejemplo, las tenias parásitas se adhieren al revestimiento intestinal de perros, humanos y otros mamíferos, consumen alimentos parcialmente digeridos y privan al huésped de nutrientes, lo que reduce la aptitud del huésped.


Competencia: el doble negativo

La competencia existe cuando múltiples organismos compiten por el mismo recurso limitante. Debido a que el uso de un recurso limitado por una especie disminuye la disponibilidad para la otra, la competencia disminuye la aptitud de ambas. La competencia puede ser interespecífica, entre diferentes especies, o intraespecífica, entre individuos de la misma especie. En la década de 1930, el ecólogo ruso Georgy Gause propuso que dos especies que compiten por el mismo recurso limitante no pueden coexistir en el mismo lugar al mismo tiempo. Como consecuencia, una especie puede ser llevada a la extinción, o la evolución reduce la competencia.

Mutualismo: todos ganan

El mutualismo describe una interacción que beneficia a ambas especies. Un ejemplo bien conocido existe en la relación mutualista entre algas y hongos que forman líquenes. La alga fotosintetizante proporciona nutrientes al hongo y, a cambio, obtiene protección. La relación también permite que el liquen colonice hábitats inhóspitos para cualquier organismo solo. En casos raros, los socios mutualistas engañan. Algunas abejas y pájaros reciben recompensas de alimentos sin proporcionar servicios de polinización a cambio. Estos "ladrones de néctar" mastican un agujero en la base de la flor y pierden el contacto con las estructuras reproductivas.


Comensalismo: una interacción positiva / cero

Una interacción donde una especie se beneficia y la otra no se ve afectada se conoce como comensalismo. Como ejemplo, las garcillas bovinas y los cowbirds de cabeza marrón se alimentan en estrecha asociación con el ganado y los caballos, alimentándose de insectos enrojecidos por el movimiento del ganado. Las aves se benefician de esta relación, pero el ganado generalmente no. A menudo es difícil separar el comensalismo y el mutualismo. Por ejemplo, si la garceta o el pájaro vaca se alimentan de garrapatas u otras plagas de los animales, la relación se describe más acertadamente como mutualista.

Amensalismo: una interacción negativa / cero

El amensalismo describe una interacción en la que la presencia de una especie tiene un efecto negativo en otra, pero la primera especie no se ve afectada. Por ejemplo, una manada de elefantes caminando por un paisaje puede aplastar plantas frágiles. Las interacciones amensalistas comúnmente resultan cuando una especie produce un compuesto químico que es dañino para otra especie. El juglone químico producido en las raíces del nogal negro inhibe el crecimiento de otros árboles y arbustos, pero no tiene ningún efecto sobre el nogal.