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La selección natural es una de las cuatro premisas básicas de la teoría evolutiva, junto con la mutación, la migración y la deriva genética. La selección natural funciona en poblaciones con una variación en los rasgos, como la coloración. Su premisa principal es que cuando hay un rasgo que permite que un individuo sobreviva mejor en un entorno que otro, es más probable que el primero se reproduzca. La selección natural ocurre si se cumplen cuatro condiciones: reproducción, herencia, variación en las características físicas y variación en el número de descendientes por individuo.
Reproducción
Para que la selección natural actúe sobre una población dada, esa población debe reproducirse para crear una nueva generación. Durante muchas generaciones, las personas con los rasgos más adecuados para su entorno tienden a reproducirse más que los que no lo hacen. Como tal, la selección natural trabaja para maximizar el número de individuos con esos rasgos preferidos, mientras que aquellos con rasgos menos ventajosos mueren lentamente. Cuanto mayor es la tasa de reproducción de una población, mayor es la presión competitiva sobre un individuo para sobrevivir. Esta presión asegura que solo los miembros más adecuados sobrevivan mientras que los miembros más débiles perecen. De ello se deduce que la población pronto se llenará de miembros que exhiban esos rasgos que le dan a la especie una mejor oportunidad de supervivencia.
Herencia
La herencia trabaja de la mano con la reproducción, ya que los genes de los padres se combinan para crear los genes de su descendencia. Los padres con rasgos ventajosos deben transmitir esos rasgos a su descendencia para que actúe la selección natural. De lo contrario, los genes que crean los rasgos ventajosos morirían con los padres sin ser copiados a la próxima generación. La especiación ocurre cuando los miembros de una especie están aislados geográficamente en diferentes ambientes, lo que permite líneas de herencia no relacionadas. Con el tiempo, los rasgos en cada población comienzan a diferir para adaptarse mejor a ellos para diferentes entornos. Los genes ventajosos para un entorno comienzan a diferir de los de un entorno diferente y las dos poblaciones comienzan a divergir. Con suficiente tiempo, el número de diferencias entre las poblaciones puede llegar a ser tan grande que ya no pueden cruzarse.
Variación en las características
La selección natural solo puede ocurrir dentro de una población cuando los miembros de la población tienen una variación en los rasgos individuales. Por ejemplo, un estudio de selección natural sobre el color dentro de una población requiere que diferentes individuos tengan diferentes colores. Sin una variación en las características, no hay rasgos para que la naturaleza "seleccione" sobre los demás.
Variación en Fitness
En biología, la aptitud física tiene un significado más técnico que su definición común. En el contexto de la evolución, la aptitud física es la capacidad de un organismo para sobrevivir y reproducirse tanto como sea posible. Los niveles variables de aptitud física en los miembros de una población es un requisito previo para que ocurra la selección natural. Algunas personas deben tener rasgos que les permitan sobrevivir y reproducirse mejor con más frecuencia que otras. De lo contrario, la selección natural no puede actuar para producir más individuos con rasgos beneficiosos y menos con rasgos menos útiles.