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A diferencia de las células vegetales que tienen paredes celulares rígidas, las células animales tienen membranas celulares flexibles que permiten que la célula se agrande o encoja. Esta membrana también controla lo que ingresa y sale de la célula, y cuando cambia la concentración de sales y otras moléculas en el fluido externo, las células reaccionan cambiando la concentración interna para que coincida con lo que está afuera. Entonces, si la solución externa se vuelve más diluida o hipotónica, el agua se moverá hacia la célula hasta que equilibre la concentración interna y externa. Como resultado, la célula se agranda o se hincha. Tales cambios pueden ser menores o, si el cambio es severo, podrían dañar o destruir la célula.
Cómo se mueve el fluido
Cada célula está rodeada por una membrana plasmática que regula el paso del agua. El líquido fuera de la célula, llamado fluido extracelular, contiene muchas moléculas que juntas forman el soluto. Todas las células están rodeadas por este líquido extracelular, que puede ser pequeño en cantidad cuando las células están juntas, o abundantes, como cuando los glóbulos rojos se mueven en la sangre. Cuando la concentración de soluto difiere entre el interior de una célula y el entorno extracelular, el disolvente, o el agua, tiende a entrar o salir de las células en una dirección que ayuda a equilibrar estas diferencias.
¿Qué es la tonicidad?
La cantidad de soluto en un fluido, como sales o moléculas pequeñas, determina su tonicidad. La cantidad normal y saludable de soluto en el líquido en su cuerpo se llama condición isotónica. En circunstancias normales, la tonicidad dentro de la célula es la misma que en el exterior, por lo que la célula también se llama isotónica. Esta situación es ideal y significa que el flujo de agua hacia la celda es igual al flujo de agua hacia afuera de la celda. Pero a veces, estas concentraciones son diferentes. Por ejemplo, si se deshidrata, la concentración de sal en el líquido extracelular puede aumentar debido a la falta de agua, causando un desequilibrio. En esta situación, el líquido extracelular se llama hipertónico.
Una solución hipotónica
El fluido que rodea una célula también podría volverse menos concentrado que el que está dentro de la célula, llamado hipotónico. Esto puede suceder por períodos cortos si bebe grandes cantidades de líquido, o podría desarrollarse si sus riñones no funcionan normalmente. En este caso, el agua ingresa a la célula desde afuera, para ayudar a equilibrar la concentración a ambos lados de la membrana celular. Este proceso continúa hasta que las soluciones alcanzan concentraciones iguales. En una situación extrema, puede entrar tanta agua en la célula que se rompe por la presión interna, causando su muerte.