Contenido
Los principales tipos de bacterias se clasificaban tradicionalmente por características físicas o reacciones a diferentes tipos de tinción. El advenimiento de la genética molecular ha permitido una división más cuidadosa de los diferentes grupos de bacterias. Muchos científicos creen que la antigua clasificación de bacterias debería dividirse en dos o más reinos.
Reinos
La clasificación más alta de los seres vivos son los reinos. Las bacterias alguna vez se clasificaron en un reino conocido como Protista, pero muchos científicos argumentan que el antiguo reino debería dividirse en dos reinos en función de la evidencia genética molecular. Los nuevos reinos serían verdaderas bacterias, Eubacterias y bacterias antiguas, Archaebacteria, que hoy sobreviven en ambientes extremos. Algunos sugieren una nueva división filogenética conocida como dominios o superreinos, porque las Arquebacterias son tan distintas que podrían dividirse en tres reinos: Crenarchaeota, la bacteria termofílica; Euryarchaeota, bacterias halofílicas y metanogénicas; y Korarchaeota, que se encuentra en aguas termales.
Phylums
Para las bacterias que no sean Archaebacteria, hay cinco phylums distintos, la siguiente rama del árbol filogenético. Las proteobacterias son simbióticas con las plantas y las ayudan a fijar el nitrógeno de la atmósfera. Las cianobacterias se conocen como bacterias azul verdosas. Las eubacterias son bacterias grampositivas clasificadas tradicionalmente y tienen paredes celulares que tienen capas diferentes que otras bacterias. Las espiroquetas crecen en colonias en espiral. Las clamidias son parásitos intracelulares.
Clasificación Tradicional
Las bacterias pueden describirse como patógenas (causantes de enfermedades) o no patógenas. También se pueden describir como Gram-positivas o Gram-negativas. Esto se refiere a si absorben o no un tinte por tinción de Gram. Las bacterias grampositivas carecen de una membrana celular externa, y los peptidoglucanos permiten teñirlas con cristal violeta. Las bacterias gramnegativas tienen una membrana celular externa pero carecen de peptidoglucanos, lo que evita que se manchen.