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El físico teórico Albert Einstein recibió su Premio Nobel por desentrañar el misterio de la energía cinética de los fotoelectrones. Su explicación puso la física al revés. Descubrió que la energía transportada por la luz no dependía de su intensidad o brillo, al menos no de la forma en que los físicos lo entendieron en ese momento. La ecuación que creó es simple. Puede duplicar el trabajo de Einstein en solo unos pocos pasos.
Determine la longitud de onda de la luz incidente. Los fotoelectrones son expulsados de un material cuando la luz incide en la superficie. Las diferentes longitudes de onda darán como resultado diferentes energías cinéticas máximas.
Por ejemplo, podría elegir una longitud de onda de 415 nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro).
Calcule la frecuencia de la luz. La frecuencia de una onda es igual a su velocidad dividida por su longitud de onda. Para la luz, la velocidad es de 300 millones de metros por segundo, o 3 x 10 ^ 8 metros por segundo.
Para el problema del ejemplo, la velocidad dividida por la longitud de onda es 3 x 10 ^ 8/415 x 10 ^ -9 = 7.23 x 10 ^ 14 Hertz.