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Es importante que el agua que bebe esté limpia y libre de bacterias y otros contaminantes tanto como sea posible. Es probable que la calidad del agua que sale de su grifo esté regulada por un organismo gubernamental y no necesariamente necesite más purificación, según sus estándares. Sin embargo, hay muchas fuentes de agua que deben limpiarse antes de consumirse. El agua estancada, ciertas aguas de pozo y otras fuentes de origen desconocido siempre deben limpiarse antes del consumo.
Limpie el agua filtrándola. Los dispositivos de tratamiento de agua en el hogar pueden conectarse al grifo de la cocina o insertarse en jarras para filtrar el agua a medida que se vierte por la parte superior. Use un filtro con un tamaño de poro absoluto de entre 0,1 y 0,4 micrómetros si le preocupan los quistes y las bacterias en el suministro de agua (un problema que no afecta a las aguas de grifo municipales de América y Canadá). Lea la etiqueta antes de comprar un filtro de agua, especialmente en un país desconocido. La Agencia de Protección Ambiental define los purificadores de agua como aquellos que pueden eliminar el 99 por ciento de la carga viral del agua.
Agua hervida. Este método es el más confiable para limpiar agua. El Centro para el Control de Enfermedades recomienda hervir agua posiblemente contaminada durante 60 segundos al nivel del mar y durante 3 minutos a altitudes superiores a 6.500 pies. Si no puede hervir agua, solo use agua del grifo que esté demasiado caliente para tocarla. Es más probable que esta agua sea lo suficientemente caliente como para matar muchos patógenos transmitidos por el agua.
Desinfectar el agua con cloro. Las gotas o tabletas de cloro se pueden comprar en línea o en ciertos proveedores de viajes. La cantidad de tabletas de cloro que necesita está determinada por la cantidad de agua que desea limpiar y su nivel de limpieza (el agua turbia requiere más tabletas de cloro para limpiar).