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Crear piedras preciosas sintéticas requiere mucho calor. Uno de los procesos más económicos para sintetizar rubíes es el método de fusión por llama. Desarrollado por primera vez por August Verneuil, este método comienza con una mezcla en polvo que se calienta hasta que se derrita. Este material se hace para solidificar como un cristal. La variable más crucial en el proceso de fabricación de rubíes es la pureza del material en polvo: óxido de aluminio (95 por ciento de la mezcla) y óxido de cromo (5 por ciento de la mezcla).
Mezcle los polvos de óxido de aluminio y óxido de cromo. Coloque la mezcla en polvo en la tolva del horno Verneuil, que es el recipiente en o cerca de la parte superior de la cerbatana.
Conecte el tanque de oxígeno a la válvula superior en el soplete del horno y la válvula de hidrógeno en la válvula inferior del soplete del horno. Encienda el tanque de hidrógeno y presione el botón de encendido en el horno, cerca de la boquilla de la válvula de hidrógeno. Luego, encienda el tanque de oxígeno, liberando oxígeno para alimentar el fuego de hidrógeno dentro de la cerbatana.
Encienda el martillo en la parte superior de la cerbatana del horno. Establezca su velocidad en 80 grifos por minuto. Liberará la mezcla en polvo por el eje del soplete hacia la llama de hidrógeno. Allí, el polvo se fundirá, goteará sobre el pedestal de cerámica debajo y creará el rubí sintético. Después de unos diez minutos, o cuando se haya formado una base adecuada sobre el pedestal de cerámica, reduzca la velocidad del martillo a 20 golpes por minuto.
Corte el suministro de gas cuando se haya liberado todo el polvo, después de aproximadamente dos o tres horas. Permita que el pedestal de cerámica y el rubí sintético, o boule, se enfríen durante la noche.
Retire la petanca del horno. Dale al extremo de rubí un ligero golpe con un martillo, lo que hará que se parta por la mitad y se desconecte de su base de cerámica.