Contenido
El gas CO2, también conocido como gas de dióxido de carbono, es un compuesto químico compuesto por dos átomos de oxígeno y un átomo de carbono. El dióxido de carbono gaseoso es incoloro e inodoro a bajas concentraciones. El gas CO2 se conoce más comúnmente como un gas de efecto invernadero que es emitido por los automóviles y otras entidades que queman combustibles fósiles, y que es el principal contribuyente al aumento de las temperaturas globales. Además de los peligros ambientales planteados por los aumentos de CO2 en la atmósfera, el gas CO2 también puede ser responsable de algunos peligros para la salud.
Asfixia
Cuando el gas de dióxido de carbono se libera en un área confinada o sin ventilación, puede reducir la concentración de oxígeno a un punto donde es peligroso para la salud humana. Esto puede causar asfixia, lo que significa que se hace difícil respirar normalmente y comienza a sentir que se está ahogando.
Sensación punzante
Cuando el gas de dióxido de carbono se inhala en altas concentraciones, puede producir una sensación punzante en la nariz y la garganta. Esta irritación suele ir acompañada de un sabor agrio en la boca. Esto ocurre porque el gas CO2 se disuelve en las membranas mucosas y la saliva y forma una solución débil de ácido carbónico.
Pérdida de energía y concentración.
Si una persona está expuesta a altos niveles de dióxido de carbono durante varias horas, comienza a sentirse cansada y tiene dolor de cabeza. Estos síntomas a menudo van acompañados de una dificultad para concentrarse. Si continúa la exposición a altos niveles de gas CO2, esto provoca mareos y un aumento de la frecuencia cardíaca.