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El acero es uno de los materiales estructurales más utilizados, debido a su resistencia, valor de chatarra y facilidad de transporte. Se utiliza para tuberías (distribución de agua, aire comprimido y gas), líneas de servicios públicos, estructuras de distribución de combustible, sistemas de alcantarillado, estructuras de pontones y una gran cantidad de accesorios como calzos, tacos, bolardos, perchas, juntas de expansión y anclajes. Las estructuras de acero son susceptibles a diversos riesgos ambientales y de otro tipo que comprometen severamente su integridad estructural, seguridad y longevidad.
Corrosión
El acero es susceptible a la corrosión en atmósferas exteriores. La corrosión es la destrucción de un metal debido a su reacción con el oxígeno atmosférico. Esta oxidación electroquímica produce óxido metálico u óxido. Las estructuras de acero deben protegerse adecuadamente mediante la aplicación de una barrera adecuada entre el elemento metálico y la atmósfera. Las preparaciones de superficie aseguran la protección y prolongan la vida útil de una estructura de acero. Algunos tipos comunes de métodos de preparación de superficies de acero incluyen chorro abrasivo seco, chorro de agua, revestimientos de alquitrán de hulla, pintura y sustitución de acero con aleaciones resistentes a la corrosión, como aleaciones de titanio, aleaciones de níquel, aleaciones de aluminio y acero inoxidable. Estos y otros métodos de protección contra la corrosión suelen ser caros y están restringidos por limitaciones prácticas como la accesibilidad, la ubicación y el tiempo.
Tratamiento a prueba de fuego
Los elementos estructurales de acero requieren un costoso tratamiento ignífugo. Aunque los elementos de acero, como las estructuras independientes, son incombustibles, su resistencia se reduce a altas temperaturas debido al fuego o cuando se queman otros materiales dentro de un edificio, haciéndolos susceptibles al pandeo. Además, el acero, que es un excelente conductor de calor, enciende materiales en contacto y provoca incendios que se propagan rápidamente a otras secciones de un edificio. Las estructuras de acero pueden requerir una protección adicional contra incendios, y los edificios pueden necesitar ser instalados con sistemas de rociadores apropiados, según lo definido por los requisitos del código de construcción de una localidad en particular. Los recubrimientos ignífugos, como los recubrimientos minerales expandidos, el hormigón y los materiales intumescentes, aseguran que la temperatura del acero no supere los límites de ignición en caso de incendio. A menudo, las estructuras de acero están encerradas en bloques de yeso, bloques de mampostería, paneles de yeso y cerramientos de arcilla que los protegen del calor. Estos gabinetes suelen ser caros y requieren mantenimiento adicional.
Fatiga y Fractura
Según Jack C. McCormac en el libro "Diseño de acero estructural", los elementos de acero son susceptibles a la fatiga. Grandes variaciones en la resistencia a la tracción exponen los elementos de acero a una tensión excesiva, lo que reduce su resistencia general. El acero también es susceptible a fracturas frágiles cuando pierde su ductilidad. Esto aumenta sus posibilidades de pandeo, que generalmente se contrarresta al agregar costosas columnas de acero que endurecen la estructura primaria.