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Flora
Las plantas, o flora, son los principales productores de un ecosistema. Absorben la luz solar y el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y usan agua y minerales del suelo para fabricar sus propios alimentos. Excretan oxígeno y humedad, en forma de vapor de agua, como desechos, y sus hojas, frutos y tallos proporcionan nutrición a sus principales consumidores, los animales.
Fauna
Los animales o la fauna son consumidores primarios y secundarios. Los herbívoros, o aquellos animales que solo comen plantas, se consideran consumidores primarios. Se comen las plantas, respiran oxígeno y exhalan dióxido de carbono. Sus heces también contienen elementos que se descomponen por el clima, las bacterias y los insectos en nutrientes que alimentan a las plantas. Los consumidores secundarios son aquellas criaturas que se alimentan de herbívoros y entre sí. Los carnívoros comen una pequeña cantidad de herbívoros y entre sí como una forma de controlar la población. Los sarcovores, o alimentadores de carroña, también comen herbívoros y carnívoros, pero solo después de que están muertos, lo que ayuda a devolver los nutrientes al suelo que finalmente alimenta a las plantas.
Clima
El clima es importante para determinar el tipo de ecosistema que evoluciona. Los ecosistemas desérticos, que reciben una precipitación mínima, generalmente generan plantas que conservan el agua y florecen (se reproducen) solo después de una lluvia. Del mismo modo, los animales en un entorno desértico se han adaptado a la falta de agua y a temperaturas extremas. Sin embargo, en un ecosistema de selva tropical, el abundante agua y el calor abundante permiten que una variedad de plantas permanezcan activas durante todo el año, y sostienen una amplia gama de animales especializados que contribuyen a la supervivencia de los demás. Los ambientes templados son de naturaleza cíclica: parte del año es frío y parte del año es cálido. Las plantas y los animales en estas regiones desarrollan una naturaleza cíclica de las actividades. Las plantas generalmente entran en hibernación al deshacerse de sus hojas y volver a crecer en primavera, mientras que algunos animales también hibernan para conservar los recursos durante los largos meses de invierno. Durante los meses más cálidos, tanto las plantas como los animales son muy activos, reemplazan el peso perdido o las hojas, se reproducen y se preparan para el próximo ciclo de hibernación.
Desequilibrio
Un desequilibrio en un ecosistema ocurre cuando uno (o más) elementos del ecosistema se vuelve dominante, forzando a otros elementos. Por ejemplo, si los carnívoros (por ejemplo, un lobo) se eliminan de un ecosistema, entonces se permite que demasiados herbívoros (por ejemplo, ciervos) crezcan y se reproduzcan. El creciente número de herbívoros agota las plantas, evitando que se reproduzcan y, por lo tanto, dejando menos descendientes. Finalmente, los herbívoros comenzarán a morir de hambre en grandes cantidades, posiblemente incluso se extinguirán en esa región. Del mismo modo, si la lluvia cae, la temperatura, el ciclo estacional, la presencia de sarcovores y la presencia de herbívoros se alteran, el sistema se descompondrá y toda la región se verá afectada negativamente.