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Los proyectos de ciencias para una feria de ciencias de segundo grado deben ser simples, pero eso no significa que no puedan ser una maravilla. La integración de temas amigables para los niños en la ciencia es una forma efectiva de entusiasmar a los niños con la ciencia, lo que a su vez puede conducir a un mayor éxito en el aprendizaje. En las ferias de ciencias, un simple cartel puede mostrar un excelente trabajo, pero la mayoría de los estudiantes e incluso los padres lo pasarán por alto para un proyecto emocionante e interactivo.
Volcán
Uno de los proyectos científicos clásicos para cualquier grupo de edad es la erupción del volcán. Este proyecto involucra a un estudiante que crea un volcán de papel maché y lo cementa en una tabla. El alumno pinta el volcán y crea paisajes alrededor del volcán con arcilla o papel. Dentro del volcán hay un recipiente con bicarbonato de sodio. El proyecto se manifiesta cuando el estudiante vierte vinagre, mezclado con colorante rojo para efectos, en el recipiente de bicarbonato de sodio. La reacción química crea lo que parece ser un volcán en erupción. Los estudiantes deben tener suficiente bicarbonato de sodio, vinagre y colorante rojo para realizar múltiples erupciones en cualquier feria de ciencias.
Burbuja humana
Todos aman las burbujas. Un simple proyecto científico que solo requiere una piscina de plástico, un aro de hula-hoop, agua y jabón para lavar platos es la burbuja humana. El experimento presenta un creador de burbujas y un voluntario. El fabricante de burbujas coloca el aro en la solución de burbujas, luego el voluntario entra en el aro. El fabricante de burbujas levanta el aro sobre la cabeza del voluntario, atrapando al voluntario dentro de una burbuja. Este experimento requiere la colocación de toallas alrededor de la piscina para el derrame inevitable. Los voluntarios pueden reducir la posibilidad de tener jabón en los ojos usando gafas de seguridad.
Cohete de bolsa de té
Un cohete de bolsa de té es un experimento simple que deleita a los niños, pero requiere la asistencia de un adulto. El experimento consiste en un encendedor o fósforo y una bolsa de té. El estudiante abre una bolsita de té, tirando las hojas de té en una pequeña pila sobre una superficie no inflamable, antes de colocar la bolsa dentro de la pila de hojas para formar una estructura cilíndrica vertical. Una vez en su lugar, la bolsa de té se prende fuego. Cuando la bolsa se quema en la base, las cenizas se dispararán en el aire como un cohete. El experimento es muy simple, pero cada vez que se trata de un incendio, es necesaria la supervisión de un adulto.