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••• Imagen de Flickr.com, cortesía de Thomas Shahan
La mayoría de las plantas llaman la atención. Gracias a características como flores brillantes, vegetación exuberante o agujas puntiagudas, las plantas de aspecto fresco pueden transformar instantáneamente habitaciones y paisajes aburridos. Pero hay mucho más en las plantas que lo que puedes ver a simple vista. Algunos de los componentes más fascinantes de las plantas son sus células. Dentro de cada planta, millones de pequeñas células trabajan para mantener vivos tanto al organismo como a nuestro planeta. Comprender el funcionamiento interno de esas células puede ayudarlo a comprender cómo algo tan pequeño puede hacer un trabajo tan enorme.
Dentro de una célula vegetal
Los biólogos han estudiado las células vegetales bajo un microscopio y descubrieron que cada célula vegetal contiene varias partes diminutas que hacen un trabajo diferente para ayudar a mantener la planta sana. Estas unidades especializadas se llaman orgánulos. Algunos de los orgánulos de células vegetales más importantes e interesantes incluyen:
Un diagrama de una célula vegetal para niños puede ayudarlo a visualizar aún más cómo estos orgánulos encajan y funcionan juntos.
Células que hacen comida
Una de las mejores cosas de las células vegetales es que pueden hacer su propia comida a través del proceso de la fotosíntesis. El proceso comienza con las células vegetales que absorben energía de la luz solar (o la de otra fuente de luz, como en un invernadero). La clorofila es la parte de la célula vegetal que puede atrapar esa energía.
Luego, la planta combina esa energía luminosa con el hidrógeno de su fuente de agua y el dióxido de carbono del aire, y convierte esos componentes en carbohidratos y azúcares. A través del proceso de respiración, la planta convierte esos azúcares nuevamente en energía que puede usar para mantenerse. Diferentes partes de la célula absorben esos azúcares y usan esa energía para llevar a cabo las funciones que necesitan para sobrevivir.
Además de los azúcares, la reacción de la fotosíntesis también crea un subproducto del oxígeno. Las plantas liberan ese oxígeno al aire, dándonos a los humanos el aire que necesitamos para respirar. De esa manera, las pequeñas células de las plantas pueden impulsar el proceso que funciona para mantener la vida tanto de las plantas como de los humanos.
Más datos sobre células vegetales
Otro hecho interesante sobre las células vegetales son las muchas formas en que se han adaptado a diferentes entornos. Las plantas crecen en todas partes, desde desiertos bajo el agua hasta desiertos secos y en cualquier lugar intermedio. Eso significa que las células han tenido que desarrollar ciertas funciones para ayudar a las plantas a sobrevivir en una variedad de condiciones, o aprender a adaptarse a medida que los ambientes fluctúan.
Por ejemplo, muchas plantas contienen células de guardia. Estos generalmente ocurren en la epidermis de las hojas o tallos de las plantas. Trabajando en parejas, ayudan a equilibrar la cantidad de dióxido de carbono que se absorbe y el agua que se pierde por evaporación. Cuando el momento es el adecuado para permitir la evaporación, pueden curvarse para crear una abertura que permita que el agua se evapore en el aire. Cuando intentan preservar esa agua, pueden unirse para cerrar la abertura y permitir una mayor cantidad de CO2 absorción. Es solo otra forma en que las pequeñas células vegetales trabajan en armonía con el mundo que las rodea para ayudar a proporcionar a la Tierra el aire que necesitamos para respirar.