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La glándula tiroides sintetiza las hormonas tiroideas, que se utilizan para controlar diversas funciones metabólicas del cuerpo. Para producir hormonas tiroideas, la glándula necesita yodo. Como la tiroides es la única parte del cuerpo que recolecta yodo, los profesionales médicos pueden aprovechar el proceso de captación localizada en los procedimientos de imágenes médicas, utilizando yodo radioactivo.
Isótopos de yodo
El isótopo de yodo no radiactivo regular tiene un peso atómico de 127. Esto incluye 74 partículas de neutrones y 53 protones. El tipo de yodo utilizado para la mayoría de las imágenes de tiroides es el yodo 123, que tiene la misma cantidad de protones pero solo 70 neutrones. Otro isótopo radiactivo, el yodo 131, también se usa médicamente, pero de forma limitada porque puede dañar las células tiroideas.
Yodo 123 Radioactividad
Cualquier isótopo radiactivo de un elemento se descompone constantemente y libera energía como radiactividad. En el caso del yodo 123, se libera radiación gamma. La radiación gamma proviene del núcleo de yodo 123 en forma de rayos con longitudes de onda muy pequeñas y muy alta energía. Los rayos gamma pueden pasar fácilmente por el cuerpo pero no hacen que ninguno de los tejidos sea radioactivo. La radiación de los rayos gamma puede dañar severamente el tejido humano y es la causa principal de la enfermedad por radiación, pero el yodo 123 tiene una vida media tan corta que los tejidos no están expuestos a rayos gamma excesivos.
Rastreando el yodo 123
La radiación gamma del cuerpo es captada por un escáner. El escáner mostrará dónde está el yodo 123 y dónde se ha concentrado. El profesional médico puede evaluar si la cantidad de yodo 123 que absorbe la tiroides está en el rango normal.
Antecedentes de la prueba
El yodo 123 debe tragarse en una píldora o líquido antes de que el cuerpo lo tome y se acumule en la glándula tiroides. Según la Asociación Americana de Tiroides, algunas personas tienen alergias a las sustancias que contienen yodo, como los tintes de contraste utilizados en las pruebas de rayos X o mariscos, pero el yodo 123 es seguro para ingerir para estas personas. En raras ocasiones, el mucho más isótopo radiactivo Idodine 131 se puede usar en pruebas de imagen, pero el yodo 123 se usa con mayor frecuencia. La aplicación médica primaria del yodo 131 es destruir las células tiroideas enfermas. Sin embargo, ninguno de los dos debe usarse en mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que la radioactividad puede dañar al bebé.