Contenido
- El liquen es simbiótico
- El liquen es un descomponedor
- El liquen es una fuente de alimento
- Amenazas ambientales a los líquenes
Los líquenes son organismos resistentes que pueden vivir en algunas de las condiciones más duras que se encuentran en la Tierra. No son una sola planta, sino una combinación simbiótica de dos: una alga y un hongo. Los líquenes son una parte importante del ecosistema de la tundra ártica, donde el clima frío y seco es un desafío para la supervivencia de la mayoría de las plantas y animales.
El liquen es simbiótico
Las algas en el liquen proporcionan alimento al organismo a través de la fotosíntesis. La fotosíntesis es una forma para que el liquen capture la energía de la luz solar y la convierta en energía para el liquen.
El hongo en el liquen proporciona agua al organismo al retener las pequeñas cantidades de humedad en el clima, como una esponja. En tiempos de sequía, el liquen puede extraer la humedad que retiene en su componente de hongo.
El liquen es un descomponedor
Los líquenes liberan químicos que trabajan para descomponer las rocas, creando más tierra. En la tundra, hay muy poca vida vegetal para hacer este trabajo y los líquenes son de importancia crítica.
Aunque el liquen es un descomponedor, no es un parásito. El liquen a menudo crece en los árboles, pero no elimina ningún nutriente de ellos. El liquen simplemente vive en el árbol sin dañarlo.
El liquen es una fuente de alimento
Los renos son algunos de los animales más grandes que se encuentran en la tundra ártica y requieren mucha comida. En las partes más frías del año, la comida para estos animales puede ser escasa. En los meses de invierno, los líquenes son una fuente principal de alimento para los renos. Los renos incluso pueden oler líquenes debajo de una capa de nieve y excavar debajo de la nieve para encontrar su comida.
Algunas polillas y escarabajos también comen líquenes.
Amenazas ambientales a los líquenes
La contaminación del aire es la principal amenaza para los líquenes. Son bastante sensibles a los contaminantes en el aire e incluso son utilizados por científicos y ambientalistas para evaluar la calidad del aire. De esta manera, son útiles para evitar que la contaminación empeore y protejan los entornos delicados en los que crecen.