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No importa cuán cuidadoso sea un científico, el equipo de laboratorio se ensuciará. Dependiendo de los productos químicos que se encuentran en el equipo y de cómo se va a utilizar, los protocolos de limpieza difieren drásticamente. Una buena regla general es limpiar en exceso en lugar de limpiar poco, pero siempre asegúrese de que los productos químicos de limpieza no interfieran con futuros experimentos con el equipo.
Limpie el equipo a fondo con agua y jabón para una limpieza básica. Es posible que necesite usar un cepillo de alambre para eliminar algunos residuos. Enjuague con agua purificada para asegurarse de que se eliminen todos los residuos de jabón.
Hervir agua purificada en el equipo de laboratorio para eliminar material apelmazado como agar solidificado u otros productos similares a la gelatina.
Enjuague con acetona para eliminar los restos de materiales orgánicos, incluidos los residuos de jabón.
Enjuague con etanol para esterilizar cualquier equipo de laboratorio que deba eliminar todas las bacterias y otros microorganismos antes de su uso.
Enjuague con un removedor de RNAsa, como RNAse Displace, si el equipo se usará en cualquier investigación de ADN, ya que RNAse puede destruir sus experimentos.