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Aunque los artículos de acero diversos, como pernos, tornillos y clavos, normalmente no están magnetizados, pueden volverse así si se exponen a imanes o campos magnéticos. El hierro en ciertos tipos de acero es atraído por los imanes y puede adquirir su propio magnetismo. Puede eliminar el magnetismo de los clavos de acero y otros objetos con bastante facilidad calentándolos o con el uso de un dispositivo de desmagnetización.
Metales magnéticos
Los metales hierro, cobalto y níquel poseen una propiedad llamada ferromagnetismo; un imán atrae objetos hechos de estos metales porque sus átomos son pequeños imanes. En un objeto de hierro típico, los átomos tienen una alineación aleatoria entre sí, por lo que sus pequeños campos magnéticos se cancelan entre sí. Sin embargo, la exposición a campos magnéticos fuertes hace que muchos de estos átomos se alineen de la misma manera y sus campos individuales se suman a un campo más grande y más fuerte alrededor del objeto.
Desmagnetizador
Un desmagnetizador de metal es un dispositivo diseñado para eliminar campos magnéticos de herramientas y otros objetos metálicos. A veces llamado "desmagnetizador", el equipo incorpora un fuerte electroimán alimentado por una corriente eléctrica alterna. El campo del electroimán invierte rápida y repetidamente su polaridad, "mezclando" efectivamente otros campos magnéticos en su presencia.
Calor
Los objetos metálicos magnetizados pierden su magnetismo si los objetos se calientan lo suficiente. Con el aumento de la temperatura, los átomos en un metal vibran más enérgicamente; eventualmente esto hace que los átomos pierdan su alineación magnética y cualquier campo magnético que posea el metal. Los científicos llaman al punto en el que un metal pierde su magnetismo la temperatura de Curie; para hierro y acero, esto es 770 grados Celsius (1,418 grados Fahrenheit). Cuando el metal se enfría, permanece desmagnetizado, aunque el contacto con los campos magnéticos lo reasignará.
Hora
El acero pierde su magnetismo lentamente con el tiempo. Incluso a temperatura ambiente, los átomos de hierro en un clavo de acero vibran rápidamente. Ocasionalmente, las vibraciones hacen que los átomos se desalineen con el resto del objeto. Normalmente este proceso es lento, tarda años en notarse.