Contenido
- TL; DR (demasiado largo; no leído)
- Forrajeo temprano
- Caza primitiva
- Pesca paleolítica
- Nutrición y Evolución
La Era Paleolítica, o Edad de Piedra Antigua, marcó el primer y más largo período de la historia humana. Comenzando hace 4 millones de años y continuando hasta 10,000 a. C., vio a los primeros homínidos viviendo como recolectores, consumiendo cualquier fuente de alimento disponible. Los científicos una vez creyeron que estos ancestros humanos primitivos eran en su mayoría vegetarianos, y comían carne muy raramente. Una nueva investigación, sin embargo, complica eso. Aunque los primeros homínidos fueron principalmente herbívoros, los grupos posteriores recurrieron más a proteínas de peces y animales. Esta alteración en la dieta se acompañó de ciertos cambios evolutivos, lo que llevó al surgimiento de los humanos modernos.
TL; DR (demasiado largo; no leído)
La Era Paleolítica comenzó hace 4 millones de años y continuó hasta 10,000 a. C. Los primeros homínidos vivían como recolectores de alimentos, consumiendo cualquier fuente de alimento disponible, recolectando nueces, bayas y otra vegetación silvestre. Sin herramientas, solo podían consumir carne al recoger los huevos o al recoger los cadáveres de los depredadores.
Hace 1,5 millones de años, el Homo erectus había desarrollado herramientas para cazar y matar animales. Los científicos creen que fue entonces cuando la carne superó a las fuentes vegetales en la dieta de los homínidos.A fines de la Era Paleolítica, el 65 por ciento de la dieta de los homínidos provenía de animales. Algunas especies de homínidos explotaron ciervos, cerdos, búfalos, ovejas e incluso rinocerontes, y los neandertales también consumieron grandes cantidades de peces de agua dulce.
Forrajeo temprano
Los pocos restos dentales existentes revelan que los primeros homínidos vivieron recolectando nueces, bayas y otra vegetación silvestre. Sin herramientas, solo podían consumir carne al recoger los huevos o al recoger los cadáveres de los depredadores. Su estructura corporal era la de un herbívoro también. Una mandíbula más prominente con molares de molienda considerables, como los de Australopithecus anamensis, facilitó la descomposición de las fibras vegetales. Un tracto digestivo más grande con enzimas especializadas ayudó a su digestión. Sin embargo, gradualmente, a medida que avanzaba la fabricación de herramientas primitivas, el consumo de carne aumentó dramáticamente.
Caza primitiva
Hace 1,5 millones de años, el Homo erectus había desarrollado herramientas para cazar y matar animales. Los científicos creen que fue entonces cuando la carne superó a las fuentes vegetales en la dieta de los homínidos. A finales de la Era Paleolítica, aproximadamente el 65 por ciento de toda la ingesta de alimentos provenía de animales. Varios sitios en China revelan que el Hombre de Pekín explotó ciervos, cerdos, búfalos, ovejas e incluso rinocerontes. También se han encontrado marcas de carnicería en huesos de animales en toda Europa. En un hallazgo muy raro, los arqueólogos en la década de 1950 descubrieron un esqueleto de ciervo rojo con una lanza de Neanderthal aún intacta.
Pesca paleolítica
A través del análisis químico, los científicos han determinado que los neandertales europeos cenaron en grandes cantidades de peces de agua dulce. En ciertas regiones costeras del Atlántico, el pescado parece haber sido la principal fuente de proteínas. Mientras los primeros neandertales pescaban con lanzas toscas, los humanos modernos que los reemplazaron hace 40,000 años elaboraron anzuelos con huesos de animales pequeños. Pero en este punto, los grupos de homínidos también estaban consumiendo mariscos. Esto ha sido determinado por hallazgos arqueológicos en Kenia, China y otros lugares.
Nutrición y Evolución
Ahora hay evidencia considerable que sugiere que el consumo de carne fue de la mano de la evolución humana. Por ejemplo, el gran tracto digestivo de los primeros homínidos se redujo gradualmente para procesar mejor las proteínas animales. Con el tiempo, el tamaño de la mandíbula humana disminuyó, ya que la masticación prolongada ya no era necesaria. La adaptación más significativa, sin embargo, fue en el tamaño del cerebro. A medida que el cerebro crecía, requería más energía, lo que obligaba a la conversión a una dieta a base de carne. Fue este nuevo cerebro el que distinguió a los humanos modernos, permitiéndoles refinar su fabricación de herramientas, establecer la agricultura, domesticar animales y dar vida a la era neolítica.