Contenido
- En el aire
- Fuentes naturales de contaminación del aire
- Efectos de la contaminación del aire
- Calentamiento global
La principal diferencia entre la contaminación del aire natural y la provocada por el hombre es que los eventos naturales continuos o temporales causan la contaminación del aire natural, pero las actividades humanas son responsables de la contaminación provocada por el hombre. No podemos evitar la contaminación natural del aire de fuentes como los volcanes, pero podemos reducir los contaminantes artificiales y sus consecuencias: enfermedades respiratorias, lluvia ácida y calentamiento global.
En el aire
Los contaminantes del aire son gases y partículas que dañan a las personas u otras vidas, dañan los materiales o reducen la visibilidad. Parte de la contaminación del aire proviene de erupciones volcánicas, incendios forestales y aguas termales, pero la mayoría es el resultado de actividades humanas. Las centrales eléctricas, fábricas, automóviles y camiones emiten dióxido de carbono, monóxido de carbono, hidrocarburos, dióxido de azufre, dióxidos de nitrógeno y partículas que consisten en partículas finas suspendidas en el aire. La quema de petróleo, carbón, gasolina y otros combustibles fósiles es una de las principales causas de la contaminación del aire provocada por el hombre. Otras fuentes artificiales de contaminación del aire incluyen la eliminación de residuos, la limpieza en seco, pinturas, fabricación de productos químicos, estufas de leña y molinos harineros.
Fuentes naturales de contaminación del aire
Los contaminantes naturales del aire incluyen radón, niebla y neblina, ozono, cenizas, hollín, niebla salina y gases volcánicos y de combustión. El radón es un gas radiactivo que se filtra desde el suelo en algunas áreas, y la niebla y la neblina son vapor de agua denso a nivel del suelo que oscurece la visión. El ozono, un químico formado naturalmente por la acción de la luz solar sobre el oxígeno, es un contaminante a nivel del suelo pero beneficioso en la atmósfera superior. Una molécula hecha de tres átomos de oxígeno, el ozono protege a la Tierra de los dañinos rayos ultravioleta del sol, pero daña las plantas y causa problemas respiratorios en la atmósfera inferior. Las erupciones volcánicas y los incendios forestales, de pantanos y pastos lanzan hollín y cenizas a la atmósfera, lo que reduce la luz solar y disminuye las temperaturas. Las erupciones y los incendios también producen dióxido de carbono, monóxido de carbono y otros gases contaminantes.
Efectos de la contaminación del aire
La contaminación del aire natural y provocada por el hombre daña a los humanos, a otras vidas y al medio ambiente. Las partículas de la madera quemada y los combustibles fósiles se alojan en los pulmones, causando problemas respiratorios, y se depositan en una fina película sobre edificios, árboles y cultivos. El monóxido de carbono interfiere con la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y causa dolores de cabeza, daño cardíaco y muerte. El dióxido de azufre, que es un producto de la quema de carbón, irrita los ojos, daña los pulmones y hace que la lluvia sea ácida. La lluvia ácida daña edificios y bosques y mata la vida acuática. Otro contribuyente a la lluvia ácida es el dióxido de nitrógeno emitido por vehículos, calderas industriales y otros procesos industriales. El plomo de la gasolina con plomo, las centrales eléctricas y las refinerías de metales contamina los cultivos y el ganado y causa daño cerebral y renal.
Calentamiento global
Los gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global han aumentado un 31 por ciento desde tiempos preindustriales. El dióxido de carbono y otros gases atrapan el calor en la atmósfera, haciendo que aumenten las temperaturas globales. Aunque el dióxido de carbono tiene fuentes naturales, como las erupciones volcánicas, las actividades humanas han causado un aumento de 280 partes por millón antes del desarrollo de la industria a 370 partes por millón en la actualidad. Otros gases de efecto invernadero incluyen metano y óxido nitroso, que también producen las actividades humanas, que han contribuido a un aumento de 0,6 grados Celsius (1 grado Fahrenheit) en la temperatura global de la superficie del aire en las últimas décadas. Las partículas de vehículos, fábricas, incendios y erupciones enfrían la atmósfera, pero los investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica todavía predicen un 90 por ciento de posibilidades de que las actividades humanas causen un aumento de 1.7 a 4.9 grados Celsius (3.1 a 8.9 grados Fahrenheit) en el mundo temperaturas para 2100.