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La meteorización y la erosión son dos procesos diferentes, pero relacionados. La meteorización es la descomposición de los materiales a través de acciones físicas o químicas. La erosión ocurre cuando los materiales desgastados, como el suelo y los fragmentos de roca, son arrastrados por el viento, el agua o el hielo. Muchas fuerzas están involucradas en el desgaste y la erosión, incluidas las causas naturales y las causadas por el hombre.
Meteorización física
La meteorización física o mecánica es la desintegración de la roca en pedazos más pequeños. La meteorización física a menudo es causada por cambios atmosféricos como el calor o las temperaturas de congelación. La formación de cuñas heladas se produce cuando el agua se congela y se expande en las grietas, haciendo que la roca se agriete. Además, los cambios extremos de temperatura como el calentamiento y enfriamiento rápidos pueden hacer que la roca se expanda y se contraiga. Las plantas causan meteorización cuando las raíces que crecen sobre o debajo de las rocas rompen gradualmente la roca. Además, los animales como los roedores, las lombrices de tierra y los insectos a menudo perturban y rompen las rocas al excavar y excavar. El viento es otra fuerza que causa la meteorización abrasiva al soplar arena contra las rocas.
Meteorización química
La meteorización química es la desintegración de la roca causada por la alteración química de la estructura mineral. Según la Universidad de Tulane, la principal causa de la intemperie química es la presencia de ácidos débiles en el agua que entran en contacto con la roca. Por ejemplo, la reacción del gas de dióxido de carbono en el agua de lluvia puede producir ácido carbónico que disuelve algunos minerales, especialmente la piedra caliza. La lluvia ácida causada por la contaminación, como el escape de fábricas y automóviles, es otro agente de la intemperie química. La meteorización química también ocurre cuando el hierro en la roca se oxida u oxida. Además, ciertos tipos de líquenes y hongos que crecen en las rocas secretan ácidos que graban las superficies de los cálculos.
Erosión del agua
Las fuertes lluvias e inundaciones pueden arrastrar el suelo, las rocas y los sedimentos a ríos y arroyos. La erosión hídrica reconfigura las costas y deposita el suelo en nuevas ubicaciones. Los materiales pueden ser arrastrados por la fuerza del agua o disueltos en el agua y lavados. Además, cuando el material orgánico, que ayuda a retener la estructura del suelo, se lava de la capa superior del suelo, el suelo se vuelve más propenso a la erosión.
La erosión del viento
El viento es una poderosa fuerza erosiva, especialmente cuando el suelo está agotado y seco. La arena y el suelo son arrastrados y arrastrados por nubes de polvo. Un ejemplo clásico de la erosión del suelo causada por el viento y otros factores ocurrió durante los "Años del tazón de polvo" de la década de 1930. La sequía severa y el viento, combinados con 100 años de mal manejo del suelo, llevaron a la devastadora erosión de la capa superior del suelo y la formación de nubes gigantes de polvo que se movieron a través de las praderas de las Grandes Llanuras de Estados Unidos.
Gravedad
La gravedad es otra fuerza que contribuye a la erosión, especialmente cuando se combina con la pendiente. La gravedad arrastra rocas y rocas por las laderas de las montañas y pedazos de hielo por los glaciares. El tirón gravitacional también ayuda a mover el agua cargada de suciedad y materiales desgastados a áreas bajas.