Los ingenieros especifican la salida de un ventilador en términos de la cantidad de aire que desplaza cada minuto. Esta medición tiene en cuenta la velocidad del viento que produce el ventilador y también el tamaño de las aspas del ventilador. La salida de los ventiladores, la presión que crea y la potencia que consume se relacionan entre sí. Es probable que la documentación del fabricante también enumere directamente el consumo de energía de los ventiladores, lo que le permitirá calcular su salida total.
Divida el consumo de energía de los ventiladores, medido en kilovatios, por 0.746 para convertirlo en caballos de fuerza. Si, por ejemplo, un ventilador consume 4 kW: 4 / 0.746 = 5.36 caballos de fuerza.
Multiplique el resultado por la eficiencia de los fanáticos. Si el ventilador funciona, por ejemplo, con una eficiencia del 80 por ciento: 5.36 x 0.80 = 4.29 caballos de fuerza.
Multiplique el resultado por 530, una constante de conversión: 4.29 x 530 = 2,273.
Divida esta respuesta por la presión total de los ventiladores, medida en pies de agua. Por ejemplo, si el ventilador funciona a 0.2 pies de agua de presión: 2,273 / 0.2 = 11,365. La salida de los ventiladores es, por lo tanto, de aproximadamente 11,500 pies cúbicos por minuto.