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Los niños a menudo sienten curiosidad por el mundo que los rodea. Una forma de alentar esta curiosidad es proporcionarles una forma de ver la naturaleza de una manera nueva y más intensiva, con un microscopio.
Las bacterias
Los niños pueden aprender sobre los diferentes tipos de bacterias al observarlas de cerca dentro de un microscopio. Para observar las bacterias, humedezca un hisopo de algodón y páselo por el interior de un fregadero. Frote el hisopo sobre un portaobjetos de microscopio y coloque una tapa deslizante sobre él. Inserte el portaobjetos en la bandeja del microscopio y encienda el microscopio. Cuando los niños miran a través del ocular del microscopio, verán las diferentes bacterias que están dentro del fregadero. Puede tomar diferentes hisopos de diferentes áreas de su casa.
Partes de la planta
Los niños pueden mirar de cerca las partes de las plantas al mirarlas con un microscopio. Corte trozos de tallo, pétalo, estambre y hoja, y colóquelos en su propio portaobjetos de microscopio. Coloque una gota de agua sobre el portaobjetos. Luego cúbralo con una tapa deslizante. Inserte el portaobjetos en un microscopio, luego enciéndalo. Los niños podrán ver las células vegetales y sus paredes celulares, clorofila y las superficies plumosas de los pétalos de las flores.
Insectos
Los niños pueden ver cómo los insectos horripilantes y espeluznantes se ven de cerca al mirarlos con un microscopio. Aunque los insectos más grandes se pueden atrapar fácilmente, será demasiado difícil observarlos con un microscopio básico. Sin embargo, puede comprar diapositivas prefabricadas de insectos muy pequeños, como ácaros o pulgas, de una empresa de suministros científicos o de una empresa de recursos educativos. Cuando se inserta en un microscopio encendido, los niños podrán ver las antenas peludas, los ojos de varias lentes y las mandíbulas de los insectos.