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Las inundaciones afectan a las personas de muchas maneras. Las personas sufren estrés en múltiples frentes, no solo cuando se producen inundaciones, sino también en el período de anticipación que precede a una inundación y durante la fase de limpieza y recuperación. Las inundaciones pueden dañar propiedades, destruir hogares, crear una carga financiera y causar dificultades emocionales. Hacer frente a las inundaciones también puede unir a las comunidades, fomentando la camaradería y la buena voluntad.
Propiedad fisica
Las inundaciones dañan la propiedad. Las aguas de las inundaciones dañan la tierra al erosionar las costas y quitar los suelos, así como eliminar cualquier vegetación natural que pueda encontrarse en el camino del agua que fluye. Las inundaciones también dañan la propiedad personal, como vehículos y hogares, creando condiciones de vida peligrosas si el agua no se limpia de inmediato. Las aguas de las inundaciones conllevan muchos riesgos para la salud y las lesiones, incluidas enfermedades y peligros como el vidrio o los metales afilados. Las inundaciones también pueden contaminar los suministros de agua, destruir los sistemas de drenaje y dañar los cultivos agrícolas.
Carga financiera
Algunas compañías de seguros cubrirán los daños causados por las inundaciones, pero otras no. El daño causado por causas naturales no está cubierto universalmente por los seguros. Los propietarios deben consultar con su agente de seguros para garantizar una cobertura adecuada para los desastres naturales. El Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones es una fuente de seguro para muchos estadounidenses. Sin embargo, sin un seguro adecuado, las familias afectadas por las inundaciones pueden quedar sin medios para encontrar un refugio alternativo o para satisfacer sus necesidades básicas. Los estados individuales pueden ofrecer ayuda gubernamental a las personas afectadas por las inundaciones. También están disponibles agencias, como la Cruz Roja, que brindan apoyo durante los desastres.
Efectos emocionales
Las personas afectadas por las inundaciones pueden experimentar una variedad de emociones, que incluyen ansiedad, miedo, ira, frustración, tristeza y dolor. Es natural que las personas que experimentan eventos traumáticos, como inundaciones, experimenten dificultades para dormir, pérdida de apetito, estados de ánimo deprimidos o enojados y una mayor sensación de ansiedad. A menudo, los profesionales de la salud mental son puestos a disposición por organizaciones que planean la respuesta a desastres, como la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) o la Cruz Roja Americana. Los profesionales de la salud mental atienden las necesidades psicosociales de las víctimas de las inundaciones, asegurando que reciban información oportuna, que se satisfagan sus necesidades básicas y que estén capacitados para vigilar las señales de que alguien está luchando para hacer frente.
Efectos a largo plazo
La pérdida de vidas es la experiencia más devastadora que las inundaciones infligen a las personas. Este dolor incluye la pérdida de vidas humanas, ganado y mascotas queridas. Otro efecto a largo plazo de las inundaciones son las dificultades económicas. Esta dificultad es causada por la pérdida de ganado, cultivos agrícolas, daños a las tiendas de alimentos y daños a las industrias o tiendas. Las inundaciones también dañan la industria turística, ya que es más probable que los viajeros eviten las regiones dañadas por las inundaciones. Las atracciones turísticas pueden sufrir daños irreparables.